4 de septiembre de 2013

Islandia: ¿El país más feliz del mundo?

En el segundo capítulo del libro, Islandia 2007: la sociedad más feliz del mundo, Elvira Méndez indaga sobre la imagen de Islandia que se proyecta en el mundo y cómo los islandeses se conciben a si mismos como sociedad y como nación, trasladándose esa percepción al modelo económico.

Durante el período anterior al colapso bancario, coexisten dos visiones de Islandia en el seno de la propia sociedad islandesa. Dos hombres encarnan esas dos visiones: El primero es el Presidente de Islandia, Olafur Ragnan Grimsson, que concibe a Islandia como un modelo de éxito empresarial. El segundo es el escritor, Andri Snaer Magnason, que cuestiona el mito de una sociedad feliz basado en el liberalismo económico y el progreso social. Detrás, insiste el autor, se esconde la preocupación por el futuro y la pérdida de los valores tradicionales islandeses. Estas dos visiones de Islandia coexisten en la sociedad islandesa durante el boom económico de los años 90 y de los años 2000. Pero, prevalecerá la primera visión y se aceptará un modelo de desarrollo neoliberal que primará el progreso económico y la consecución de beneficios a costa del medio ambiente, de los recursos naturales y de los valores tradicionales islandeses.
Olafur Ragnan Grimsson
Olafur Ragnan Grimsson













Andri Snaer Magnason
Andri Snaer Magnason















¿Cuál es esa imagen de Islandia que se proyecta en el mundo antes del crash financiero? Islandia es un país geográficamente aislado del continente europeo. No pertenece a la Unión Europeo- U.E-  pero sí al Espacio Económico Europeo- EEE-. Ha preservado su identidad nacional y su medio ambiente y, desde su independencia en 1944, ha experimentado un boom económico sin precedentes en tres generaciones. Islandia creció a un ritmo vertiginoso apoyado por un modelo económico que descansa en la pesca, la energía, el aluminio, la banca y los servicios financieros. Islandia es el país con más alto índice de desarrollo humano. Es el mejor país del mundo para vivir con el mayor índice de natalidad de Europa y el que proporciona una mayor igualdad entre hombre y mujer. Islandia goza de una de las rentas per cápita más elevadas del mundo, un índice de lectura por habitante altísimo, una tasa de alfabetización del 100% y la esperanza de vida más alta del mundo. Islandia apuesta decididamente por las energías renovables, especialmente por la energía geotérmica y la hidrotérmica. Estos datos confirman el éxito indiscutible de Islandia como sociedad nórdica y como nación independiente. Además, de configurar la imagen de Islandia como "el país más feliz del mundo". Pero, ¿Realmente, es cierto?¿O, es un espejismo? ¿Una ilusión con un transfondo sombrío? Elvira Méndez parece decantarse por esta segunda opción, desmontando el mito que se ha construido entorno a Islandia, aportando datos que contrastan con esta imagen idílica de la sociedad islandesa.

Islandia: igualdad entre hombres y mujeres
Islandia: Igualdad entre hombres y mujeres.

Este periodo de prósperidad se enmarca dentro del "renacimiento económico, cultural y social de Islandia" que experimenta durante el boom económico. Los islandeses sienten una enorme seguridad en sí mismos y un sentimiento de superioridad. Al mismo tiempo, conectan el mito de la sociedad más feliz del mundo con los mitos fundacionales de Islandia. Islandia se convence que es el mejor modelo de desarrollo y exporta al mundo su visión. Se trata de un modelo que se apoya en" la independencia, el orgullo, la ambición, la seguridad y la apertura al mundo". En este contexto, surge una nueva generación de empresarios islandeses que se lanzan a la conquista del mundo, promoviendo una "cultura vikinga masculina, expansiva y agresiva". Para esta élite económica y financiera, Reikiavik, será un centro mundial de negocios y finanzas. Su proyecto combina lo mejor de Europa- garantizando un sistema de bienestar nórdico- con lo mejor de EE.UU.- el espíritu empresarial americano de baja imposición fiscal-. Este modelo económico desafía toda "lógica económica". Un modelo donde se combina una alta inversión del Estado en servicios públicos con una baja fiscalidad no puede sostenerse a largo plazo. Pero, además hay sombras: su programa de desarrollo económico, basado en la privatización de los recursos naturales, de la banca y de las finanzas, persigue el beneficio económico en detrimento de la igualdad social, del desarrollo sostenible y del reparto equitativo de los beneficios. El cuestionamiento de este modelo económico, y por ende, de la nueva cultura vikinga, se pondrá de relieve el día después de crash financiero.


Baños termales en Islandia
Islandia: baños termales.

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