Mostrando entradas con la etiqueta Alan Weisman. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alan Weisman. Mostrar todas las entradas

18 de septiembre de 2014

Capacidad de carga de la Tierra y demografía

José Figueres Ferrer, que fue presidente de Costa Rica, durante los años 50, consiguió enormes éxitos: "había nacionalizado los bancos costarricenses, había otorgado el derecho de voto a las mujeres y a los negros, había ampliado los servicios de salud pública y había garantizado la enseñanza superior." Esto atrajó a la USAID a Costa Rica y enormes cantidades de capitales extranjeros. Por entonces, Costa Rica tenía una de las poblaciones de más rápido crecimiento del mundo y sus familias tenían una media entre 7 y 8 hijos. Gracias a la mejora de la atención sanitaria pública, la mayoría sobrevivía. La incursión de los EE.UU en la planificación familiar de Costa Rica se concretó con el envío de las píldoras anticonceptivas que distribuía entre la población. Pero, la píldora anticonceptiva no estaba excepta de controversia. Se habían experimentado en la década de 1950 en mujeres puertorriqueñas: "centenares de mujeres puertorriqueñas que tomaron las píldoras originales de alta dosificación experimentaron náuseas, vértigo, dolores de cabeza, visión borrosa, hinchazón o vómitos. Algunas sufrieron trombos y apoplejías." Esta política se enmarcaba dentro de la corriente eugenésica. En EE.UU, la eugenesia se convirtió en "el pretexto para legitimar los prejuicios raciales, incluida la promulgación de leyes contra el mestizaje en varios estados. Engendró organizaciones como la Fundación para la Mejora de la Raza de J.H. Kellogg, que promovía la mejora de la humanidad mediante la reproducción selectiva a través de la segregación racial, a fin de evitar que el acervo genético se contaminara."

En ese contexto se desarrolló el trabajo de Margaret Sanger. Margaret Sanger creó la organización Planned Parenthood. A través de esta organización se llevó la contracepción a grupos minoritarios. También ayudaría en la financiación que condujo al desarrollo de la píldora y sus pruebas en mujeres puertorriqueñas. La aceptación de la eugenesia contribuyó a que en EE.UU se extendiera el prejuicio de que los puertorriqueños eran inferiores. A esto hay que sumar que Puerto Rico se estaba convirtiendo en un país superpoblado. En 1934, se abrió en la isla 67 clínicas de control de la natalidad con financiación federal a través de un Fondo Puertorriqueño de Ayuda de Emergencia específica. En Puerto Rico se consideró que la esterilización era más sencilla y fiable que los anticonceptivos o los preservativos. Por lo general, se realizaba después de un parto. A mediados de la década de 1960, 1/3 parte de las mujeres puertorriqueños habían sido esterilizados. Hoy la tasa de fecundidad de Puerto Rico ha bajado a 1,62 hijos por mujer. Hacerse la ligadura de trompas es más fácil que conseguir que los hombres usen preservativos o que llevar el control de o comprar píldoras anticonceptivas. En Costa Rica, se introdujo a partir de 1966 las píldoras anticonceptivas en las clínicas, además de dinero para desarrollar la organización Asociación Demográfica Costarricense. No fue casualidad que esto ocurriera poco después de que terminara el Concilio Vaticano II. La introducción de anticonceptivos orales en Costa Rica se encontró solo con una oposición simbólica por parte del clero católico. En 1968, las píldoras estaban ya en todas partes. Por esas fechas, se popularizó un programa de planificación familiar: "se trataba de un programa de educación sexual que contaba con la aprobación de la Iglesia, y que incluía información acerca de cómo adquirir y utilizar anticonceptivos. Pero el clero que había detrás de las emisiones no era católicos sino evangélicos: pentecostales, baptistas, wesloyanos, metodistas, moravianos, menonitas, presbiterianos y otros que se habían unido para formar la Alianza Evangélica Costarricense tras el golpe pacífico de José Figueres." Tener menos hijos, decían, significaba tener más posibilidades de escapar de la pobreza. Prevenir el embarazo era el mejor modo de evitar tener que abortar, derrotando así a los católicos en su propio terreno. Para explicar en parte el increíble retroceso de las tasas de fecundidad en Costa Rica- que pasaron de 7,3 hijos por familia en 1960 a 3,7 en 1975 y 1,93 en 2011- hay que apuntar a la desafección hacia el catolicismo en estos últimos 50 años y la consolidación de las confesiones evangélicas.

Hasta los años 50, las selvas del sur de Costa Rica apenas habían sido dañadas por la presencia humana, una década más tarde, a causa de la explosión demográfica, empujó a muchos costarricenses a las selvas:"la mejor forma de reclamar la propiedad de un trozo de tierra era despejarlo, algo que solían hacer del modo más rápido posible." A finales de la década de 1970 habían desaparecido las 3/4 partes de la selva tropical. El futuro de la biodiversidad vendrá determinado por "lo que ocurra en los terrenos agrícolas situados a lo largo de los trópicos." En 1969, un año después de publicarse el libro, The Population Bomb, Paul Ehrlich y John Holdren respondieron en la revista BioScience sobre si la tecnología solucionaría "la escasez de comida, agua, energía y recursos pesqueros que Paul y Anne Ehrlich habían predicho si la población seguía creciendo." Holdren aportaba cálculos matemáticos que preveían la necesidad de una enorme cantidad de fertilizante sintético para alimentar a una población mundial en constante expansión "con sus inevitables consecuencias químicas." También menciona otro hecho que había pasado inadvertido en la década de 1960: "el CO2 atmosférico había aumentado un 10% desde principios de siglo. Combinando ese dato con la enorme demanda energética y el calor residual que emiten las plantas que utilizan combustibles fósiles, incluidos los de los vehículos, él y Ehrlich calculaban que en menos de un siglo la Tierra se vería abocada a cambios climatológicos drásticos, si no catastróficos." Durante los dos años siguientes, Ehrlich y Holdren resumieron en qué consistía el impacto humano sobre el medio ambiente bajo una fórmula: I=PAT(Impacto= población x abundancia x tecnología) Reducían el impacto humano sobre el medio ambiente a una única expresión. La ecuación resultante es hoy un clásico en la ecología. En 1977, Paul Ehrlich junto a su mujer Anne Ehrlich, publicaron un libro titulado Ecoscience: Population, Resources, Environment. Constaba con más de 1000 páginas y era un compendio acerca de cómo interactúan la tierra, el mar y la atmósfera del planeta. Ecoscience "especulaba acerca de la rapidez con la que tenía que evolucionar la tecnología para mantener un nivel de vida decente si la población humana seguía creciendo." Tuvo un gran éxito dentro y fuera del mundo académico respecto a cómo se podía ralentizar el crecimiento de la población mundial. Un año después de la publicación de Ecoscience, China anunciaba su política del hijo único. ¿Cuál sería la población óptima, entonces? La población óptima "no designaba el número máximo de personas que podían apiñarse en el planeta como pollos en granjas industriales, sino cuántas podían vivir bien sin comprometer la posibilidad de que las generaciones futuras pudieran hacer lo mismo." Como mínimo, habría que garantizar a todo el mundo sustento, techo, educación, asistencia médica y oportunidades para ganarse la vida. Esto no significa poner fin a la desigualdad. La cifra de población óptima "debería ser lo bastante grande para mantener la diversidad cultural humana" y en algunos lugares lo suficientemente densa para permitir "una masa crítica de creatividad intelectual, artística y tecnológica", suficientes personas para tener ciudades grandes y apasionantes, y aun así mantener sustanciales extensiones de tierras vírgenes." Sin embargo, a la vez debería ser lo bastante pequeña para asegurar que se conservara la biodiversidad.

capacidad de carga población

12 de septiembre de 2014

Los recuentos de fallecidos y la paradoja del alimento

Entre hace 50.000 y 100.000 años, el homo sapiens posiblemente sólo sumaban un total de 10.000. Entonces empezaron a desplazarse fuera de África. Al ir descubriendo más alimento, su número empezó a aumentar. La razón, por la que la población siguió siendo reducida hasta el inicio de la revolución industrial en el siglo XVIII, era porque la gente moría casi tan rápido como nacía. Las tasas de natalidad eran altas pero también lo eran las tasas de mortalidad infantil. Una mujer podía tener 7 o más hijos pero sólo sobrevivían dos de ellos, uno o ninguno. Con un número superior a dos hijos por familia, la población crece. El hecho de que la población creciera tan despacio hasta el inicio de la Revolución Industrial es porque la descendencia era de poco más de dos hijos: "Por cada familia con más de 2 hijos que sobreviván hasta la edad adulta, en otras uno o ninguno lo lograba, para cualquier cifra por debajo de dos la población se contrae." La alta mortalidad infantil sólo se reduciría progresivamente a finales del siglo XVIII a raíz del descubrimiento de las vacunas contra la viruela o la rabia. También contribuyó decisivamente el cambio de mentalidad en la que la enfermedad "no se producía por alguna misteriosa generación espontánea" sino que "la propagaban los gérmenes." En el siglo XIX, se popularizó el jabón de manos, tanto en las casas como en los hospitales: "Antes, los pacientes morían por infecciones transmitidas por las manos y el bisturí sin esterilizar del cirujano tan a menudo como por la propia dolencia que éste intentaba curar." En el siglo XX, siguieron produciéndose avances médicos, cada uno de ellos vinieron a salvar y a prolongar más vidas humanas. Se descubrió más vacunas contra la difteria, el tétanos o la polio junto con la invención de los antibióticos, vinieron a reducir aún más la mortalidad y aumentar la longevidad. En 1800, la esperanza de vida al nacer era de 40 años. Cualquiera que tenga más de 40 años no podría estar vivo sin estos avances médicos. De modo que cualquier debate entorno a cuál sería una población óptima debe "presuponer una asistencia médica igualmente óptima."

Otra razón de que la población se disparara en el siglo XX fue el aumento sin precedentes del suministro de alimentos. El aumento de la población fue crucial para el éxito de la Revolución Industrial europea, que requirió un uso intensivo de mano de obra. Pero también significó que Europa tuvo que producir más comida que nunca para alimentar a su población. Este aumento se atribuyó a dos aportaciones del químico alemán, Justus von Liebig: la primera leche maternizada del mundo y el nitrógeno. Respecto a la creación de la primera leche maternizada del mundo, permitió que las mujeres se liberaran de estar amamantando todo el rato y permitió a sus bebés sobrevivir al destete. Por contra, la supresión de la lactancia aumentó el número de embarazos. Respecto al descubrimiento del nitrógeno, Justus von Diebig inventó el fertilizante pero no el fertilizante de nitrógeno artificial que hoy utilizamos. El nitrógeno, junto al fósforo y al potasio, es uno de los nutrientes esenciales de las plantas. Se encuentra en grandes cantidades flotando en el aire. Para fijar el nitrógeno en el suelo, es necesario del amonio, que está presente en una serie de plantas, las legumbres. En 1913, Fritz Haber y Carl Bosch, ambos químicos alemanes, descubrieron cómo aprovechar el nitrógeno del aire y utilizarlo para nutrir a las plantas en cantidades superiores a la de Von Liebig. Ambos recibieron por separado el Premio Nobel por su contribución a lo que pasaría a conocerse como el "proceso de Haber- Bosch." Dicho proceso lo adquirirá el fabricante de tintes alemán BASF. Ese mismo año, BASF abre su primera planta de amoníaco sintético. El amoníaco era la materia prima del fertilizante nitrogenado. BASF ha entrado en un nuevo negocio: la agroindustria. El "proceso de Haber y Bosch" para obtener fertilizante sintético se extendió por todo el mundo, revolucionando a la larga la agricultura. Antes que el fertilizante nitrogenado pasara a estar disponible de manera generalizada, la población mundial era de unos 2000 millones de personas. Si alguna vez decidimos prescindir de él, esa puede ser una cifra hacia la que "nuestro propio número gravite de manera natural."

¿Cómo se puede concretar esta innovación tecnológica, el fertilizante nitrogenado, en algún país? ¿Cómo podemos visualizarlo? Es el caso de México. En 1954, la población de México tenía unos 25 millones de habitantes. En 1975, Ciudad de México era la mayor urbe del planeta, y México, con una población de 60 millones de habitantes, era el país de mayor crecimiento del mundo. Ese mismo año, el Gobierno de México inició una campaña de planificación familiar: "Poco después una serie de jinetes a lomos de mulas subían montañas y bajaban cañones con sus alforjas de poliestireno cargadas de preservativos y píldoras anticonceptivas, además de vacunas contra la polio y otras de triple acción contra la difteria, la tos ferina y el tétanos." Al cabo de una década, el ritmo de duplicación de la población de México se redujo de 15 a 24 años. Hoy la familia mexicana media tiene solo 2,2 hijos, casi la tasa de sustitución. Por otro lado, se desarrolló una variedad de trigo enano resistente y de alto rendimiento.Norman Borlaug fue su descubridor. Recibiría el Premio Nobel de la Paz en 1970. También se le atribuyó "el mérito de haber echado por tiene las duras predicciones de Thomas Robert Malthus". La obra maestra de Malthus, Ensayo sobre el principio de la Población, publicada en 1798, advertía de que el crecimiento de la población siempre excedería la disponibilidad de alimentos. En 1968, la advertencia de Malthus fue resucitada por Paul Ehrlich, ecólogo de la Universidad de Stanford, en su obra The Population Bomb. Por entonces, se había alcanzado los 3.500 millones de habitantes, la mitad de la población actual. El libro predecía hambrunas y otros desastres a partir de los años 70. The Population Bomb se vendió millones de ejemplares. Aún así, algunas de sus predicciones no se cumplieron: "Las hambrunas que predijo que dejarían cientos de millones de muertos en Asia en el plazo de una década jamás se produjeron, los Ehrlich no habían previsto el asombroso impulso que daría la revolución verde de Norman Borlaug a las reservas de alimentos del mundo."En otras palabras, el "optimismo tecnológico" se cargaba la tesis malthusiana, y con ello, sobre la superpoblación. Sin embargo, el propio Premio Nobel de la Paz, Norman Borlaug, advertía:
"tratamos con dos fuerzas opuestas, la capacidad científica de producción de alimentos y la capacidad biológica de reproducción humana." Y añade:"Puede que no haya un progreso permanente en la batalla contra el hambre hasta que los organismos que luchan por incrementar la producción de alimentos y los que luchar por el control de la población se unan en un esfuerzo común." En palabras de Borlaug "la revolución verde compró al mundo aproximadamente una generación más de tiempo para resolver el problema de la población."

A pesar de la revolución verde, y de las variedades de trigo u otros cultivos, la eficiencia y la ganancias de esos cultivos está disminuyendo: "las ganancias se han relentizado drásticamente, pasando a estar por debajo del 1% anual."Y, la población aumenta: "A fin de mantener ese ritmo, calculan que, de un modo u otro, para 2020 tienen que incrementar la producción un 1,6% anual. A menos que el progreso de la producción agraria siga siendo acelerado, el próximo siglo experimentaremos una gran miseria como nunca hayamos visto. La producción de alimentos, estos próximos 40 años, es mucho más complicado:"resolverlo requerirá más inversiones que las que se hicieron en el programa Apolo. Y no vemos que haya suficientes." Sobre todo les preocupa que no haya suficiente financiación para la investiga sobre el trigo. La razón es que el trigo es autopolinizador, de modo que los agricultores pueden utilizar su propio grano para replantarlo. Se invierte más en otros cultivos- maíz- porque los agricultores tienen que comprar semillas de maíz todos los años. Con el trigo, conservar la misma semilla. De modo que no tiene que ver con la seguridad alimentaria sino con ganar dinero.

La cuenta atrás Alan Weisman
Añadir leyenda




2 de septiembre de 2014

La problemática del crecimiento demográfico exponencial

El aumento actual de la población mundial responde a un fenómeno de duplicación exponencial. En 1900, había 1600 millones de personas en la Tierra. Durante el siglo XX, la población del mundo se duplicó primero, y después se duplicó de nuevo. En 1950, 2/3 partes de los seres humanos todavía vivían en el medio rural. Hoy, más de la mitad de la población mundial lo hacen en las ciudades. Los habitantes de las ciudades tienden a tener menos hijos. Este hecho ha permitido que el ritmo de duplicación de la población se haya relentizado. Pero, relentizarse no significa dejar de crecer: "Por más que la generación que hoy se reproduce tenga menos hijos por familia, debido a que sus abuelos y padres tuvieron tantos, cada cuatro días y medio, hay un millón de personas más en el planeta." Actualmente, hay unos 500 ciudades con un millón de habitantes o más, 27 ciudades tienen más de 10 millones y 12 de ellas más de 20 millones. A mediados de este siglo, todavía sumaremos casi un 50% más a la población actual, que pasará a ser de entre 9.000 y 10.000 millones, con lo que supone "todos generando residuos y emitiendo dióxido de carbono, todos con necesidad de alimento, combustible, espacio vital y múltiples servicios." Cuando es difícil sustentar una población de 7.000 millones de personas, imaginemos cómo será con 10.000 millones. En biología, cualquier especie que crece por encima de su "base de recursos" sufre una crisis de población. A veces, una crisis puede llegar a ser mortal para la especie. La cuestión no es, si tenemos que dejar de crecer, sino si, podemos encontrar una manera de reducir la población actual hasta alcanzar una cifra con la que todos podamos vivir.

En el siglo XXI, se va a determinar la población óptima para nuestro planeta. Va a ocurrir de una de dos maneras: "o bien decidimos gestionar la cantidad de seres humanos, evitar una colisión de todas las líneas en el gráfico de la civilización, o bien la naturaleza lo hará por nosotros, en forma de hambre, sed, caos climático, crisis de ecosistemas, enfermedades oportunistas y guerras por los menguantes recursos que finalmente nos pondrán en nuestro sitio." La producción de alimentos para los seres humanos ocupa el 40% de la superficie terrestre del planeta, nos hemos apropiado casi de la mitad del planeta. Además, la población está aumentando mayoritariamente en los países más pobres. No podemos culpar de la degradación medioambiental a la superpoblación de los países pobres porque los verdaderos culpables saldrían indemnes: "solo en términos de consumo de recursos, el quintil de población más rica del mundo consume 66 veces más que el quintil más pobre. EE.UU es el mayor emisor de los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global, y el menor dispuesto a hacer algo al respecto." EE.UU no solo es el mayor contaminador del mundo, sino que además sigue creciendo. Cualquier debate sobre reducción de población que no incluya a EE.UU sería inútil.

Tampoco la innovación tecnológica resolverá en el futuro el problema. La tecnología que se desarrolle debería resolver los problemas actuales (como el desarrollo y la eficiencia energética) sin causar otros problemas imprevistos. Hasta ahora, nuestras mejores fuentes de energía alternativas son la solar y la eólica. Aunque mejoremos la eficiencia energética de estas tecnologías, no podríamos satisfacer las exigencias de la demanda mundial creciente. Sólo estimularía el hambre de más recursos. Sin embargo, la única manera de reducir el impacto de la población es la reducción del número de consumidores. Y si la reducción de la población implica una contracción económica, puede haber nuevas oportunidades de prosperar sin crecimiento que se nos habían pasado por alto "en la enloquecida fiebre por crecer más y más hasta que nos dimos de bruces con la realidad." Así pues, ¿cuál sería la población óptima que disfrutaría de un nivel de vida que consideramos aceptable? ¿Y cómo llegamos a él?
crecimiento exponencial

25 de agosto de 2014

Crisis demográfica y medioambiental en Israel y Palestina

La primera parte de La cuenta atrás, se subdivide en cuatro apartados:
En ella, se desarrolla los conceptos básicos del libro.

En este primer apartado se plantea 4 cuestiones fundamentales. Primero: ¿"Cuánta gente puede albergar nuestro planeta"? Segundo: ¿"existe una manera aceptable y no violenta de convencer a la gente de todas las culturas, religiones, nacionalidades, tribus y sistemas políticos del mundo de que redunda en su propio interés"?¿"Hay algo en sus liturgias, historias o sistemas de creencias que potencialmente acepte la idea aparentemente antinatural de limitar lo que más naturalmente se nos ocurre, a nosotros y a todos los demás especies: hacer copias de nosotros mismos"? Tercero: ¿"Cuánto ecosistema se requiere para mantener la vida humana"?¿"qué especies o procesos ecológicos son esenciales para nuestra supervivencia"?¿"en qué punto nuestra arrolladora presencia desplaza a tantas especies que a la larga acabamos por expulsar del planeta de lo que dependía nuestra propia existencia hasta que ya es demasiado tarde; algo sin lo que no podemos vivir en absoluto"? y Cuarto: ¿"cómo diseñamos una economía de cara a una población menguante y luego de cara a una población estable, esto es, una economía que puede prosperar sin depender de un crecimiento constante"? Se formulan en paralelo al conflicto entre palestinos e israelíes por la gestión de los recursos naturales y del medio ambiente.

Una de la razones, porque las familias palestinas son tan numerosas, es por el conflicto con los israelíes. Para el demógrafo palestino Tufakyi, el útero de las mujeres palestinas es la mejor arma para la OLP. También, las familias de jaredíes, la minoría religiosa ultraortodoxa de Israel, tienen una descendencia muy numerosa, unos 7 hijos por mujer: "Multiplicar su descendencia se considera la solución frente a los judíos modernos, que profanan su religión, a la vez que la mejor defensa contra los palestinos, que amenazan con superar a los judíos en población en su histórica patria." Su vertiginoso ascenso numérico obliga a incluirlos en las coalicciones políticas que gobiernan Israel. Esa influencia se traduce en privilegios: exención del servicio militar y subsidios por cada nuevo nacimiento. En la Palestina histórica, hay cerca de 12 millones de personas. Los británicos creyeron que esa tierra podría sustentar como mucho 2,5 millones de personas. En la década de 1930, David Ben Gurión argumentó "que no había que pasar por alto la determinación y el ingenio judíos" para transformar Palestina en una tierrra próspera. Estaba convencido de que aquella tierra podía sustentar a 6 millones de personas. Más tarde, el propio Ben Gurión ofrecería premios a las mujeres israelíes que tuvieran 10 o más hijos. Hoy, son los jaredíes los que se duplican cada 17 años. Al mismo tiempo, la mitad de los palestinos están entrando en la edad reproductiva y podrían superar a los judíos israelíes en 2016. Históricamente, una gran parte del crecimiento de Israel, ha dependido de la inmigración de judíos de otros países. Hoy día, son más los judíos que se van, que los que llegan de Estados Unidos. Sin embargo, dado que la tasa de natalidad de los jaredíes "aumenta exponencialmente" es posible que los judíos recuperen la mayoría en 2020. Eso sí, si las cosas siguen igual, a mediados de este siglo, entre Palestina e Israel, se llegará a los 21 millones como mínimo.

Con este parónama exige que nos formulemos 4 preguntas:
"¿Cuánta gente puede albergar su tierra?" Para responder a esta pregunta cabe hacerse otras: "¿Qué gente?" "¿Qué comen?" "¿Cómo se guarecen y cómo se desplazan?" "¿De dónde sacan el agua que necesitan y cuánta hay a disposición?", etc. Las respuestas a estas preguntas-y a otras- exige la aportación de ecólogos, geógrafos, hidrólogos o agrónomos al debate y no sólo de ingenieros y economistas. Pero, la mayoría de las decisiones políticas no las toman ninguno de ellos. Si para algunos, el término "control de la población" evoca el malthusianismo, para los judíos jaredíes es simplemente impensable. No son conscientes de las consecuencias de la duplicación de la población en Israel o Palestina. Menos aún, el aumento demográfico de la población mundial. Detrás se esconde el hambre y la sed que afectan a una gran parte de la humanidad y que se prevé que empeoren durante este siglo. Mientras que la población humana se ha cuatruplicado en los últimos 100 años, el consumo de recursos se ha multiplicado por 17: "Este atracón en el bufet planetario lo han disfrutado relativamente pocos, y a expensas de muchos". Pero el consumo y la población, son 2 caras de la misma moneda. Y, "a medida que esta gira cada vez más deprisa, plantea preguntas que trascienden el ámbito de su dividida nación, porque el mundo entero siente cada vez mayor vérdigo a consecuencia de unas fuerzas que giran vertiginosamente fuera de control."

¿"existe una manera aceptable y no violenta de convencer a la gente de todas las culturas, religiones, nacionalidades, tribus y sistemas políticos del mundo de que redunda en su propio interés"?; ¿" hay algo en sus liturgias, historias o sistemas de creencias que potencialmente acepte la idea aparentemente antinatural de limitar lo que más naturalmente se nos ocurre, a nosotros y a todos los demás especies: hacer copias de nosotros mismos"? Debido al conflicto israelí-palestino, las familias palestinas, que solían tener 5 o 6 hijos, comenzaron a tener más. Todo podría irse abajo, si Israel sigue fragmentando Palestina porque entonces jamás podrá formarse un Estado palestino viable. Pero, si se mantiene como un solo Estado, los judíos se arriesgan a terminar siendo una minoría. La única manera en que una minoría podría mantenerse en el poder sería por medio del apartheid, no de la democracia. Aun así, pasará un tiempo antes de que se reduzca la presión demográfica. Hay otras preocupaciones como son la gestión de la cuenca del Jordán y de los acuíferos. Sólo Israel la gestiona y a Palestina no se le permite explotar nuevos pozos. Además no hay que olvidar que la mitad del agua se destina a la agricultura, que produce solo el 1% de la renta de Israel. Hoy, todos las aguas del Jordán menos un 2% están "ya repartidas cuando dejan el lago. El hilillo que llega al mar Muerto es el sobrante de su paso por campos o piscifactorías, lleno de pesticidas, fertlizantes, hormonas, residuos de pescado y aguas residuales sin tratar." Más del 90% de las aguas negras de Cisjordania fluyen sin tratar al medio ambiente. La mayoría de los residuos sólidos se queman o se dejan pudrir en el desierto. Los asentamientos vierten libremente aguas negras sin tratar en las tierras de los palestinos. Muchos tienen fábricas que no aplican las leyes medioambientales israelíes. Pero Israel no va a dar permiso a los palestinos para construir más plantas de tratamiento de aguas residuales a menos que acepten tratar también las residuales de los asentamientos judíos. Luego está la Franja de Gaza con 1,5 millones de personas en unos 40 kilómetros de largo y entre 6 y 11 de ancho cuya población se duplica cada 12 o 15 años. Sin embargo, se pregunta Alan Weisman: "en otro aspecto, el ecológico, ¿qué importancia tiene su diminuto cajón de arena al borde del mar, y su población conjunta de alrededor de 12 millones de habitantes- apenas una 584ª parte de la población actual del planeta-, en un mundo que se acerca a los 10000 millones de almas?"

"¿Cuánto ecosistema se requiere para mantener la vida humana?" O dicho de otro modo, "¿qué especies o procesos ecológicos son esenciales para nuestra supervivencia?" En la década de 1960, Israel había soltado 50000 pollos bañados en estrictinina para erradicar un brote de rabia atribuido a un aumento de la población de chacales, la cual, a su vez, se debía al aumento de la población humana. Los chacales se alimentaban de los pavos, gallinas, terneros y vacas acumulados en vertederos. A medida que el número de personas iba creciendo y la agricultura se intensificaba, se empezó a utilizar el DDT y los organofosfatos. Aunque actualmente el DDT está prohibido, el volumen de pesticidas por área de cultivo usados en Israel, es todavía el más elevado del mundo desarrollado. Ha supuesto la desaparición de algunas especies de pájaros. Las aves no sólo son "vistosas y musicales" sino también "polinizadoras, difusoras de semillas y comedoras de insectos.": "un par de lechuzas comen alrededor de cinco mil roedores al año. Multiplícalo por 2000. Así los granjeros dejan de usar pesticidas fuertes." Todo esto ha afectado al ser humano: "nuestros recuentos de esperma han bajado ahora un 40%. Nuestras tasas de cáncer han aumentado en esa misma proporción. Todo por las hormonas y pesticidas." En el valle de Jule, al norte del lago Genesaret, es donde inverna la grulla común. En la década de 1950, la marisma de Jule fue drenada a fin de reconvertir la tierra para la agricultura. ¿Qué sucedió entoncés? "Los nutrientes de nitrógeno y fósforo que antaño absorbían, fluían ahora libremente al Genesaret, junto con tanta de turba que la fuente de agua más importante de Israel se hallaba en peligro de convertirse en un estiércol verde pobre en oxígeno." ¿Cuál fue la respuesta? "Hubo que volver o inundar 3000 hectáreas de Jule para evitar la muerte del lago Genesanet. Pero eso era menos de una décima parte del antiguo humedal que antaño alimentaba a las aves acuáticas en su migración." Los granjeros, que amenazaban con envenenar a las grullas, porque arrasaban con sus campos, se consiguió "esparcir miles de kilos de maíz y garbanzos para las grullas y criar peces mosquito en el lago de Jule para las cigüeñas y pelícanos." Hoy en día, las 30000 grullas son una atracción turística: "Un espectáculo surrealista en este árido corredor, donde quedan tan pocos sitios húmedos para unas aves que vuelan la tercera parte de una vuelta completa al mundo para reabastecirse. Si Jule desapareciera por completo, podría producirse una cascada de desastres ecológicos desde Rusia hasta Sudáfrica." Que sirva esta última reflexión: "Nuestras reservas naturales son meros fragmentos de aquel antiguo ecosistema. Somos un país del tamaño de Nueva Jersey, con nuestra mitad superior complementamente superpoblada." Y añade: "Los palestinos están muy fragmentados. Como la fauna." En el Kibutz, tiene su sede el Instituto Arava, ofrece un programa de estudios medioambientales de posgrado para árabes y judíos. La filosofía de Arava "es que el medio ambiente es un derecho de nacimiento compartido y una crisis compartido y una crisis cuya urgencia supera todas las diferencias políticas, culturales y económicas que dividen a la gente." Alan Tal, uno de los fundadores del Intituto Arava, se cuenta entre los pocos ecólogos israelíes que se han atrevido a abordar un tema tabú: "nuestra tierra está abarrotada. Puede que los futuros historiadores identifiquen el actual callejón sin salida como una de las mayores tragedias de Israel." Según Tal, la cuestión demográfica llegó a un punto muerto a causa de las subvenciones a las familias ultraortodoxas por tener más hijos: "La población es la base de todo. Si no la abordamos pronto, será demasiado tarde. Seremos ecológicamente estériles y socialmente insostenibles." Una de las razones por las que se niega o no se cuestiona la amenaza de la superpoblación, es el optimismo tecnológico que se respira en Israel. Los ecólogos israelíes a menudo hablan de la llamada "falacia de los Países Bajos": "el hecho de que tantos holandeses en un territorio tan densamente poblado tengan un nivel de vida tan alto no prueba que los seres humanos puedan prosperar en un entorno esencialmente antinatural y artificial." Si alguna vez, Israel o Palestina tuvieran que ser autosuficiente, tendrán que afrontar "numerosas necesidades humanas, así como el hecho de que los humanos dependen de otros seres vivos, que requieren suelo y agua suficientes para prosperar". ¿Estarán preparados? ¿Serán conscientes?

Antes de dejar a Israel y Palestina, Alan Weisman se planteá una última pregunta:
"Si una población sostenible para la Tierra resulta ser menor que los más de 10000 millones hacia los que nos encaminamos, o incluso menor que los 7000 millones, que ya sumamos, ¿cómo diseñamos una economía de cara a una población menguante y luego de cara a una población estable; esto es, una economía que pueda prosperar sin depender de un crecimiento constante?" Esta última pregunta, la deja en el aire.
La cuenta atrás Alan Weisman
 

13 de agosto de 2014

Descripción de La cuenta atrás de Alan Weisman

La Cuenta atrás ¿Tenemos futuro en la tierra? de Alan Weisman está editado por Debate en 2014. Contiene 602 páginas. El libro se estructura en diferentes apartados: un índice, el cuerpo del libro- 5 capítulos con subcapítulos-, un epílogo, agradecimientos, una bibliografía y un índice alfabético.
La cuenta atrás de Alan Weisman

7 de agosto de 2014

La cuenta atrás de Alan Weisman

El libro de Alan Weisman, La cuenta atrás, no es sólo un libro que habla sobre el estado actual de la demografía a nivel global, sino que es algo más, es un alegato a favor de la coexistencia de la humanidad con el medio ambiente. La superpoblación junto al actual sistema económico, basado en el crecimiento continuo y exponencial, están poniendo en jaque a los ecosistemas del planeta. A través de la exposición del estado actual de la demografía mundial, repasando y centrándose en algunos países y/o regiones claves para la comprensión de la problemática y del desafío de la superpoblación, y como ésta puede poner en riesgo a la biodiversidad del planeta, Alan Weisman formula una serie de preguntas al respecto: "¿Cuánta gente puede albergar nuestro planeta?"; "¿existe una manera aceptable y no violenta de convencer a la gente de todas las culturas, religiones, nacionalidades, tribus y sistemas políticos del mundo de que redunda en su propio interés la reducción progresiva de la población?"; "¿Hay algo en sus liturgias, historias o sistemas de creencias que potencialmente acepte la idea aparentamente antinatural de limitar lo que más naturalmente se nos ocurre a nosotros y a todos las demás especies: hacer copias de nosotros mismos?"; "¿Cuánto ecosistema se requiere para mantener la vida humana?";"¿qué especies o procesos ecológicos son esenciales para nuestra supervivencia?"; "¿en qué punto nuestra arrolladora presencia desplaza a tantas otras especies que a la larga acabamos por expulsar del planeta de lo que dependía nuestra propia existencia hasta que ya es demasiado tarde; algo sin lo que no podemos vivir en absoluto?" y "¿cómo diseñamos una economía de cara a una población menguante y luego de cara a una población estable, esto es, una economía que pueda prosperar sin depender de un crecimiento constante?"

Alan Weisman, La cuenta atrás