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28 de diciembre de 2014

Visiones enfrentadas del mundo: Mundo 1.0, Mundo 2.0 y Mundo 3.0

En el primer capítulo del libro Mundo 3.0, visiones enfrentadas del mundo, vamos a sintetizar cada una de estas visiones del mundo enfrentadas entre sí.

Vivimos una época con enormes retos. El orden mundial, tal como lo conocemos, está cambiando: "la prosperidad y el poder se están mudando hacia otros lugares y a otras gentes." y sigue "los viejos doctrinas y divisiones políticas y a no parecen viables." El problema no se reduce a la situación actual sino a nuestras reacciones frente a ella. Las respuestas a esta situación no puede enfocarse desde el pasado y desde maneras de mirar el mundo que recuerden a ese pasado. De ser así, "podrían llevarnos a un catastrófico cierre de fronteras y a un empobrecimiento global, en vez de a la prosperidad." Los retos de hoy exigen una nueva manera de mirar el mundo. Esa nueva visión es lo que llama el autor Mundo 3.0. El Mundo 3.0 tiene unas implicaciones claras pero los gobiernos, las empresas y los individuos. Requiere que los gobiernos traten la integración y la regulación de los mercados como "dos dimensiones de elección distintas que deben coordinarse, y no como una opción dicotómica tipo "o la una o la otra". Para las empresas, la oportunidad para adaptarse, superar y aprovechar las diferencias entre países, que Pankaj Ghemawat describe como las "estrategias AAA". Y, para los individuos, abrazar el Mundo 3.0 significa desarrollar un "cosmopolitismo arraigado" que se diferencia de la "ciudadanía nacional" o de la "ciudadanía global".

Para hablar del Mundo 3.0, hemos de reparar las visiones del mundo que han precedido al Mundo 3.0 en la historia, lo que llama mundos 0.0, 1.0 y 2.0.

El Mundo 0.0 surge en la Revolución neolítica. El ser humano se establece en "asentamientos fijos", descubre la agricultura y se "configuraciones sociales cada vez más complejas." Las personas vivían a nivel de subsistencia. Como resultado, las desigualdades económicas así como el crecimiento eran mínimos. Éste era el Mundo 0.0. Era "el estado salvaje en el que nuestra especie vivió casi toda su existencia." La cuestión fundamental era en quién confiar. El individuo no podía sobrevivir solo. Las personas confiaban primero en la familia. Luego en los miembros de su grupo o tribu. Los grupos de cazadores- recolectores estaban formados por 25 o 30 miembros y las tribus raramente superaban el millar. Encontramos en las sociedades actuales algunas de estas características: "Estados fracasados o en vías de colapso como la República Democrática del Congo o Somalia tienden a experimentar altos niveles de inestabilidad, guerras civiles y deterioro de la situación sanitaria, de la educación y del bienestar. Los niveles de muertes violentas en algunas zonas de la República Democrática del Congo han llegado incluso a alcanzar el de las comunidades de cazadores- recolectores de hace milenios." Las sociedades tribales exhibe un menor nivel de confianza general que las sociedades modernas y basadas en el mercado. La cooperación era algo que jamás sucedía. Aunque el cooperativismo se haya extendido en el mundo actual, "las lealtades tribales del Mundo 0.0 y el miedo a lo "extraño" asociado a ellos siguen todavía hoy bastante arraigados."

El Mundo 1.0 surge entre el 3.000 a.C y el 2.000 d.C, "la población mundial se multiplicó por más de cien, y el producto mundial bruto por más de mil en términos reales." El mayor cambio es cómo se organiza socialmente el mundo a través de estados independientes. El Mundo 0.0- con sus tribus- son reemplazados por naciones-estados con millones de personas. Este mundo se caracteriza por: "Presenta una serie de naciones-Estado soberanas que monopolizan el uso de la fuerza dentro de sus fronteras definidas, pero se comprometen a no interferir en los asuntos internos de otros países." Dicho de otro modo, en el Mundo 1.0 las fronteras nacionales se convierten en clave, separando estrictamente el ámbito nacional del internacional. El Mundo 1.0, las fronteras nacionales se convierten en "murallas nacionales". Aunque las naciones sí mantenían alguna relación, eran en buena parte independientes. El comercio internacional representaba "una décima del 1% del PIB mundial." La transformación del Mundo 0.0 al Mundo 1.0 fue gracias a "la ampliación de los esfuerzos cooperativos desde el nivel local al nivel nacional." En el mundo 1.0 se desplaza las "lealtades tribales" del Mundo 0.0, sustituyéndolas por lealtades al Estado- nación. La ciudadanía nacional se convirtió en un rasgo fundamental de la identidad de las personas. Creando así, un fuerte sentimiento nacionalista, que caracteriza al Mundo 1.0. El nacionalismo ha tenido algunos efectos terribles en nuestro mundo y sigue teniéndolos. Dicho esto, el Mundo 1.0 ofreció "un contexto que favoreció un enorme crecimiento económico." Los últimos 500 años se ha producido el mayor crecimiento de población y de PIB que jamás hayamos experimentado. El punto de inflexión se dio hace unos 200 años, durante la primera revolución industrial, cuando el crecimiento se acelera. Entre 1820 y 2000, la población mundial se multiplicó por cinco, y el PIB, por cincuenta y cinco: la mayor divergencia entre los dos jamás vista y que refleja un crecimiento sin precedentes.

El mundo 2.0 a diferencia del Mundo 1.0, la ratio exportaciones/ PIB de la economía mundial aumentó desde 1% en 1820, hasta más del 20% de hoy. La consolidación del Imperialismo europeo en el siglo XIX, favoreció la integración transfronteriza, proceso que se detuvo con las dos Guerras Mundiales, y no se retomó hasta después de la II Guerra Mundial, cuando se colocó de nuevo en el debate " el modelo westfaliano de naciones- Estado" y entró en escena la globalización. El término globalización aparece, por primera vez, en 1951. Pero, no es hasta los años 80, y, posteriormente, años 90 y 2000, cuando el interés por la globalización en  el terreno de la investigación se disparó:"A principios de 1950, aparecían menos de 50 publicaciones al año sobre la globalización, desde 2000, la cifra se ha disparado a más de mil al año. Y todavía más importante, muchos científicos sociales coinciden actualmente en que estamos viviendo en una nueva era de globalización." La globalización parece que pone pastas arriba al Mundo 1.0, "una era a la que el marco nacional del Mundo 1.0 tal vez no se adapte bien." El mundo 2.0 preocupa mucho a los antiglobalización, pero anima, a la mayoría de los proglobalización. Los ideólogos favorables al Mundo 2.0 creen, en primer lugar, en las "fuerzas inesistibles" de la globalización, y, en segundo lugar, no pueden imaginar que el gobierno haga algo útil, salvo regular las provisiones dinerarias y proteger la propiedad privada. También coinciden en la liberalización e integración de los mercados. Tanto los partidarios como los detractores de la globalización tienden a coincidir en que ya existe un mundo bastante integrado. Pero, sencillamente, se equivoca según el propio autor. La reciente crisis ha cuestionado el Mundo 2.0. Con la crisis financiera global, se ha puesto sobre la mera los fallos de mercado así como las implicaciones de la integración transfronteriza de los mercados. Y, lo que es más importante, tanto los fallos como los retos de la integración transfronteriza de los mercados está estrechamente relacionado con las concepciones del Mundo 1.0 o 0.0. Algunos del Mundo 2.0 se han negado a abandonar su visión de los mercados liberalizados e integrados a pesar de la crisis. Aducen que "el problema era que los mercados no habían estado lo bastante libres de las intromisiones gubernamentales." Sin embargo, la idea que los fallos de mercado no merecen nuestra atención tiene pocas probabilidades de convencer a nadie que no estuviera "ya subyugado por  la magia de los mercados." Por otro lado, hay gente, que se siente atraída por el Mundo 1.0, como respuesta a la crisis, y, por lo tanto, adopté posturas proteccionistas y antiglobalizadores. Institucionalmente e identitariamente, estamos atados al Mundo 1.0. ¿Qué aspectos pueden tener las políticas asociadas al Mundo 1.0? Considera que la prioridad de los Estados es la conservación de su soberanía frente a las amenazas de otros Estados. Se resta importancia a la cooperación entre Estados porque cada Estado siempre persigue sus propios intereses. Lo que cuenta es el poder militar y económico. En el ámbito económico, el Mundo 1.0 viene acompañado con un proteccionismo generalizado. Algo lógico si trasladamos la filosofía del terreno político al económico. Aunque el regreso al Mundo 1.0 plantearía problemas, más dificultades presenta el retorno al comunitarismo, al Mundo 0.0. Peor que el proteccionismo nacional, es replegarse a nivel local, precipitando una crisis económica sin precedentes.

¿Estamos en un mundo global? Aunque algunos afirman que estamos en un mundo "nuevo y globalizado". Para Pankaj Ghemawat, estamos en un mundo semiglobalizado en que "el estado real de la integración transfronteriza: las fronteras siguen siendo muy importantes, pero también lo es el flujo que circula por ellos." Una cosa es "rechazar los mundos 1.0 y 2.0 como incoherentes con los actuales niveles de globalización" y otra muy diferente es encontrar una alternativa. No es hasta la crisis financiera global cuando se pone el énfasis en la importancia de los fallos de mercado. Se había asociado la globalización a la desregulación y en el extremo opuesto estaba la regulación y unas fronteras nacionales fuertes. La crisis financiera global pone de relieve este tira y afloja entre el Mundo 1.0 y el 2.0. En el Mundo 3.0 no sólo reconoce los niveles reales de integración transfronteriza sino también tiene en cuenta cómo la geografía y otras formas de diferencia/distancia afectan "la circulación por las fronteras". En el Mundo 3.0, son importantes tanto las fronteras como las distancias, es el factor clave que lo distingue tanto del Mundo 1.0, en el que sólo importa las fronteras, y del Mundo 2.0, en el que no importan ni las fronteras ni la distancia. Un atractivo del Mundo 3.0 subraya las ventajas de abrirse al mundo. El Mundo 2.0 presupone que ya hemos alcanzado la apertura total o apunto de hacerlo mientras que el Mundo 1.0 da la espalda a los beneficios de la apertura al mundo. El Mundo 3.0 pone énfasis "en la integración de izquierda a derecha, y volviendo a centrarse  en lo abierto, frente a lo cerrado, la tercera vía tiene ciertas afinidades obvias con el Mundo 3.0, en contraste con los otros puntos de vista del mundo reflejados en la figura 1.2". El Mundo 3.0 está anclado en la semiglobalización. Es como muy bien describe Pankaj Ghemawat: "Si pensamos en los países como si fueran bolas de billar que pueden chocar las unas contra las otras, pero se mantienen separadas- Mundo 1.0-, como unidades que se van fundiendo las unas con las otras- Mundo 2.0- o como contenidos en el espacio, a distancias variables las unas de las otras- Mundo 3.0-.

Pankaj Ghemawat Mundo 3.0



19 de abril de 2012

Dinero: consumo, ahorro, donación ¿Dónde pones tu dinero? Tercera Parte

Vamos a sintetizar los puntos 3.5 Economía y construcción de la paz y 3.6 Ahorro y construcción de la paz del capítulo Dinero: consumo, ahorro, donación ¿Dónde pones tu dinero? del libro Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero?

En primer lugar,  vamos a hablar sobre economía y construcción de la paz.

La paz requiere de esfuerzo porque no es un hecho natural. El conflicto es el estado natural del ser humano en el mundo. La ausencia de la paz va más allá de las guerras, está presente en todos los ámbitos de la sociedad y afecta a todas las personas. En la construcción de la paz, hay que prestar atención a los procesos de polarización entre individuo- comunidad:
- Por un lado, desarrollamos un individualismo necesario para alcanzar la libertad.
- Por otro lado, nos sentimos cada vez más miembros de una única comunidad mundial: la Humanidad.
Nos encontramos ante un escenario que puede favorecer la polarización individuo-comunidad que sólo podemos resolver eficazmente si nos elevamos a un nivel superior que integre ambas dimensiones: en este nivel superior es donde podemos construir la paz.

Para favorecer el proceso de construcción de la paz hemos de conocer cuál es nuestro punto de partida: ¿Cuál es la situación? Nos hallamos ante una situación contradictoria:
-Por un lado, el malestar de las personas que se traduce en violencia.
-Por otro lado, el avance de la conciencia global de Humanidad y el concepto de "triple aspecto del ser humano".

Un aspecto negativo que dificulta la construcción de la paz es la violencia. La violencia refleja un vacío interior y la falta de sentido de la propia vida. ¿Por qué se recurre a la violencia? vivimos en una sociedad donde las personas no viven en un sentido pleno y sin paz interior. Y, por este motivo, es tan difícil la construcción de la paz.

Estamos asistiendo a la evolución de los conceptos de "nación" y de "patria" hacia una concepción global de la Tierra. En esta última concepción, la persona cuenta por sí misma y se siente ciudadano del mundo. El proceso de globalización ha ayudado a la aparición y al desarrollo de esta concepción global de la Tierra. También ha aportado un elemento positivo: la emergencia de la conciencia global como especie unitaria.
Sin duda, la difusión global de la información y la inmigración masiva ha facilitado el paso de una visión local a una visión global.

En un plano individual, Joan Antoni Melé nos habla del "triple aspecto del ser humano". Cualquier ser humano: tiene necesidades, es un ser emancipado y es un ser capacitado.
1-Somos seres con necesidades. Ninguno de nosotros somos autosuficientes.Y, por lo tanto, nos necesitamos unos a otros: debemos procurar que las necesidades de los demás esten cubiertas.
2- Somos seres emancipados. Eso se traduce en el ámbito de lo jurídico y de lo político en la igualdad ante la ley.
3- Somos seres capaces. Cada ser humano posee capacidades únicas y diferentes.

¿Cuál debe ser el papel de la economía en la construcción de la paz? La economía debe concebirse como la relación que nos une a cada uno de nosotros con los demás seres humanos y con la Tierra. La Humanidad y la Tierra "forman un organismo vivo en el que todo está interrelacionado". Esa interelación es la que puede contribuir y ayudar a la construcción de la paz. La economía debe cambiar por un crecimiento lento, progresivo y orgánico como el crecimiento de las plantas. Un crecimiento en el que el trabajo y el beneficio encajen con el objetivo del bienestar común. Sólo así, podemos poner los cimientos de una paz perdurable en la Tierra.

En segundo lugar, hablaremos sobre el ahorro y la construcción de la paz.
Un primer escollo, que hemos de salvar, es la polarización entre individuo y comunidad. El origen de los conflictos armados reside en la polarización entre individuo y comunidad. Como ya hemos mencionado anteriormente, la economía capitalista tiene como objetivo la búsqueda del máximo beneficio. Ese beneficio puede expresarse en términos de "mercado libre", "competencia"o "leyes de la oferta y de la demanda".

Salvado este escollo, ¿cómo podemos mejorar la inversión de nuestros ahorros mientras ayudamos a construir la paz a través de nuestro dinero? La solución puede venir de la mano de un sistema bancario ético. Este sistema bancario utiliza el dinero de sus clientes para mejorar la calidad de la vida de las personas y la del medio ambiente. Es una manera de constribuir en la construcción de la paz, utilizando nuestros ahorros. Además, no debemos pasar por alto, la necesidad de pedir una actitud ética con nuestros ahorros a los bancos. Pero, tampoco debemos olvidarnos que debemos ser coherentes con nuestros valores e ideas al depositar nuestros ahorros en un banco.

Para finalizar con esta síntesis, hablaremos del banco Triodos Bank. El Triodos Bank es un banco ético fundado en Holanda a finales de la década de los sesenta del pasado siglo. Su filosofía de trabajo está presidida por el respeto a las personas y al medio ambiente. Busca que su actividad resulte sostenible en el tiempo. Está implantado en diferentes países: Holanda, Bélgica, el Reino Unido y España.Triodos Bank invierte sus recursos en tres ámbitos básicos: la cultura, el medioambiente y la sociedad. Aporta financiación a proyectos que tradicionalmente no llega la banca tradicional. Este último aspecto es uno de los grandes reclamos publicitarios de este banco.

¿Cómo es Triodos Bank por dentro? Triodos Bank capta recursos ajenos básicamente a través de depósitos y de cuentas de ahorro. En cuanto a los recursos propios está en manos de 15.000 accionistas. Una parte de los beneficios de Triodos Bank se distribuye en forma de dividendos y otra parte se destina a incrementar recursos propios o para continuar financiando a empresas y a proyectos sociales. Desde 2009, Triodos Bank forma parte de una "Alianza por una banca con valores" como alternativa al sistema financiero internacional y con el objetivo de construir una alternativa al sistema financiero global basado en un desarrollo sostenible.

17 de abril de 2012

Dinero: consumo, ahorro, donación ¿Dónde pones tu dinero? Segunda Parte

Vamos a sintetizar los puntos 3.3 Consumo, 3.4 Ahorro y 3.7 Donación del capítulo Dinero: consumo, ahorro, donación ¿Dónde pones tu dinero? del libro Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero?

El acto de comprar, ahorrar o donar tiene ímplito estas cuestiones:
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Dónde? o ¿A quién? compramos.
-¿Cuánto? ¿Por qué? o ¿Dónde? ahorramos
-¿Cuánto?, ¿Por qué? y ¿A quién? donamos.
 Responder a estas preguntas nos permite conocernos mejor.

¿Qué compramos? Compramos productos cuya elaboración respete el medio ambiente: ¿Consumes ecológico? Esta pregunta remite a otra: "¿Qué parte de responsabilidad me corresponde a mí en el cambio climático y en la destrucción de la Tierra?" Lo que compramos puede ayudar- o perjudicar- al planeta. Una compra consciente puede suponer un cambio de rumbo en la protección del medio ambiente.

¿Por qué lo compramos? Compramos "determinados productos" porque se enmarca dentro del consumo responsable que es una opción consciente que respeta el medio ambiente. 

¿A quién se lo compras? es decir, ¿Con qué criterios compramos? Según la ley de la oferta y de la demanda, compramos el producto más barato y el más cercano. La ley del mercado deja de existir cuando realizamos una opción individual de forma libre. El comercio justo es aquél "en el que yo pago lo que necesitan para vivir dignamente todas las personas que han intervenido en la cadena que me está permitiendo tomarme mi café". Es el establecimiento de redes de distribución a partir del encuentro entre productores y consumidores, "mediante el cual se llegue a un acuerdo entre lo que una parte necesita y la otra puede pagar por ello".

En el ahorro, podríamos hacernos estas preguntas:

¿Cuántos ahorramos? Depende del dinero que tengamos disponible.

¿Por qué ahorramos? Un componente del ahorro es preveer las necesidades futuras. También ahorramos porque tenemos miedo. Así es como nacieron los bancos: la gente temía que le robaran el dinero. Los bancos son necesarios: el banco "trabaja" con el dinero, lo hace circular por el mundo, para que ayude a crear riqueza. El banco es un dinamizador que adquiere una función social: genera puestos de trabajo, crea riqueza. La idea que justifica la existencia de un banco es que si un emprendedor tiene una idea, y carece de dinero para desarrollarla, el banco le presta el dinero. Con este dinero, el emprendedor creará riqueza y devolverá el dinero prestado.


¿Dónde ahorras? Solemos depositar nuestros ahorros en un banco. ¿Por qué? Un banco da seguridad, liquidez y rentabilidad a nuestros ahorros.

¿Qué van a hacer con mi dinero? El dinero que depositamos en un banco circula por el mundo. "¿Te has preguntado dónde está el dinero?" Si lo hemos puesto, allí donde puede ser más rentable, si el criterio es el máximo beneficio, el banco lo invertirá en los negocios legales más rentables- armas,..- pero con estas inversiones se han financiado actividades ilegales. La culpa de las guerras no es de los bancos sino de nosotros cuando depositamos nuestros ahorros en los bancos y no preguntamos a dónde van destinado nuestros ahorros. Somos responsables de nuestro dinero y de las acciones que se derivan de él.

La donación la podríamos definir como "darlo para que sea otro el que se realice". La donación con conciencia es un acto de libertad y de liberación de la persona que la realiza. Deberíamos preguntarnos:

¿Cuánto donamos? La respuesta a esta pregunta nos permite reflexionar sobre nuestros miedos e inseguridades.

¿Por qué donamos? La donación debe ser una acción voluntaria y consciente.


¿A quién donas? Una donación significa un compromiso que une a quien la hace con quien la recibe. Una donación supone, por parte del donante, un conocimiento del receptor y del destino. Hacemos una donación cuando pagamos los impuestos al Estado aunque no se trata de una donación libre. Hemos de exigir que nos indiquen qué van a hacer con el dinero de nuestros impuestos. La última donación la realizamos cuando morimos.

15 de abril de 2012

Dinero: consumo, ahorro, donación ¿Dónde pones tu dinero? Primera Parte

Vamos a sintetizar el capítulo Dinero: consumo, ahorro, donación ¿Dónde pones tu dinero? del libro Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero?

Dada la extensión del capítulo, vamos a dividirlo en tres entregas. En esta primera, ofreceremos el punto uno 3.1 Economía y el punto dos 3.2 Dinero.

¿Qué es la economía? La economía es "la relación entre seres humanos, su trabajo y el planeta".La economía es relación entre seres humanos que viven en un planeta que nos da sustento. El centro de interés de la economía debe ser el ser humano y no el beneficio. Esto no significa que el beneficio haya de desaparecer; El beneficio tiene que existir pero al final de la cadena. El beneficio no es el objetivo sino que es un indicador de creación de riqueza. Si somos capaces de entender esto, empezaremos a cambiar el mundo.

¿Cuál debe ser el objetivo de la economía? ¿Qué relación debe establecerse entre objetivo y resultado?Ya lo hemos apuntado anteriormente, el beneficio es un tema secundario aunque necesario en la economía. El objetivo primordial de la economía es "hacer algo importante para uno y para el mundo, si se hace bien, se creará riqueza y el resultado será un beneficio". Si se hace bien, el resultado será ganar dinero. Cuando se invierten los términos, nos convertimos en esclavos de una economía que exige resultados y cuyo objetivo es ganar dinero a toda costa.

¿Qué relación debería existir entre economía y desarrollo humano?"No es posible seguir creciendo indefinidamente porque ni el planeta lo permite, ni hay demanda suficiente."No podemos seguir creciendo económicamente porque el planeta impone sus propios límites y porque no hay suficiente demanda que cubra un crecimiento incesante. La economía no debe estar al servicio del crecimiento sino que debe contenerse para promover un desarrollo humano compatible con el planeta.

¿Qué es el dinero? ¿Cómo surgió? ¿Cuál es nuestra relación con el dinero? El dinero está intimamente relacionado con la economía: "porque hablar de economía es también hablar de dinero". El dinero nació como medio de intercambio entre personas. Surgió en los templos como algo religioso "relacionado con la divinidad, es decir, como una conciencia de que hay algo superior que nos relaciona como seres humanos". Hemos perdido esa conciencia del dinero como medio de intercambio. Si queremos cambiar esta tendencia, hemos de tomar conciencia del uso del dinero. El dinero está vinculado al miedo, la codicia o al ansía de poder. Cuando las personas nos relacionamos con el dinero se ponen en juego estas emociones. La actitud frente al dinero es la llave del cambio.Es nuestra carta de presentación al mundo.

13 de abril de 2012

El despertar de la conciencia. ¿Quién sino todos nosotros?

En esta tercera entrega, vamos a sintetizar el segundo capítulo del libro Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero? que se titula El despertar de la conciencia ¿Quién sino todos nosotros?

Joan Antoni Melé apela al despertar de la conciencia. Ese despertar requiere de "quietud interior" y de "autoobservación". Descubrir, si en nuestra vida interior, están presentes tensiones, conflictos y contradicciones. Los problemas del "mundo exterior" son un reflejo de nuestros problemas internos y la única manera de resólverlos es resolviéndolos en nuestro interior.

¿Hacia dónde debe dirigirse ese despertar de la conciencia? Joan Antoni Melé nos propone unas líneas de acción:

En primer lugar, debe producirse una concienciación de la existencia del otro(s): el despertar de la conciencia social. Este proceso debe traducirse en una mayor sensibilización social.

En segundo lugar, debe cambiar la imagen del ser humano y de la vida. Si queremos cambiar el mundo, tenemos que cambiar la imagen que tenemos de él. El cambio debe operar en nuestro interior, en nuestra manera de percibir y relacionarnos con el mundo.


En tercer lugar, darnos cuenta de que el capitalismo es esencialmente una "ideología" pesimista.
La ideología de mercado tiene una visión pesimista del hombre. Adam Smith, padre del liberalismo económico, creía que el ser humano era egoísta y que nunca se podrá cambiar: "Y, como las cosas son así, como el ser humano siempre procurará lo mejor para sí mismo, lo mejor que se puede hacer es crear un ámbito donde este egoísmo se compense. Este ámbito recibirá el nombre de "mercado" y el egoísmo, los nombres de "competitividad" o "ley de la oferta y de la demanda".


Y, en cuarto lugar, hemos de combatir el darwinismo económico. El modelo de competición natural por la supervivencia se está aplicando a la economía capitalista.. Este modelo viene a decir: "Tú mira por lo tuyo, que cada cual se espabile como pueda, y que salga el sol por donde pueda". Si cada uno busca el máximo beneficio para sí mismo, el mercado regulará la competencia y se producirá el equilibrio social. Habrá una mano invisible que lo regulará todo. Pero, sabemos que no es cierto:  nosotros somos quienes actuamos en el mercado. La perversión del mercado la perpetramos todos al actuar competitivamente. Es un modelo perverso que se asienta en el miedo. Es ese miedo el que nos paraliza, nos genera desconfianza.

Joan Antoni Melé nos plantea un modelo económico alternativo al vigente:
- "¿Es posible otro modelo económico que no esté basado en el egoísmo? ¿Qué no esté basado en egoísmo sino en la conciencia global de lo que es el mundo, de lo que es la sociedad, no sólo yo sino de los otros seres humanos?
- "¿ Es posible un modelo basado en la conciencia y en la responsabilidad, en el que el centro de la economía no sea el beneficio tal como se enseña en las facultades de ciencias económicas y en las escuelas de negocios, sino que sea el ser humano?

11 de abril de 2012

La crisis: crisis del modelo humano

En esta segunda entrega, vamos a sintetizar el primer capítulo del libro Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero? El capítulo se titula La crisis: crisis del modelo humano.

Se inicia con una inquietante pregunta: "La pregunta básica es cómo una civilización capaz de crear tan grandes obras en el mundo del arte, de la poesía, de la música o de la filosofía puede mantener cuarenta conflictos armados simultánea y permanentemente en mundo, cómo puede tener la mayor riqueza de la historia a la vez que la crisis económica más profunda e inquietante. ¿Cómo es posible que hayamos podido llegar a tanta contradicción?" Las contradicciones responden a nuestro modo de vida que es, a su vez, causante de las diferentes crisis que padecemos.

Joan Antoni Melé reflexiona y analiza, en este primer capítulo del libro, las diferentes crisis con sus contradicciones. ¿Cuáles son esas crisis? Melé define 5 grandes crisis, a saber:

- Crisis ecológica.
A pesar del progreso científico y tecnológico de las últimas décadas, se ha alcanzado una situación límite a nivel medioambiental. No sólo hablamos de cambio climático sino también de la contaminación de los recursos básicos para garantizar la supervivencia de la vida en la Tierra: el aire, el agua y el suelo. La Tierra está enferma. En la época, de máximo conocimiento científico y técnico, hemos llevado al planeta al borde de la destrucción. Este hecho debería suscitarnos- tal como sugiere Joan Antoni Melé- una serie de interrogantes:
- "¿Cómo es posible?"
- "¿Qué hemos hecho mal?"
-"¿Qué no hemos tenido en cuenta?"
- "¿Qué parte de responsabilidad tengo yo, por acción o por pasividad, en este proceso de destrucción?"
- "¿Hay algo que yo, individualmente, podría hacer para contribuir a un cambio positivo de esta situación?"

- Crisis sanitaria.
Nadie puede negar los grandes avances en medicina, sin embargo, están surgiendo enfermedades que ya constituyen nuevas pandemias: como los más de 50 millones de personas con SIDA, como los millones de afectados con cáncer o por enfermedades mentales.Algo, no marcha bien, cuando esas nuevas enfermedades ponen de manifiesto otro tipo de desequilibrios.
Debemos plantearnos:
-"¿En qué medida depende de nuestro comportamiento ese crecimiento de nuevas enfermedades?"
- "¿Puedo aportar algún cambio positivo que contribuya a invertir esta tendencia?"

- Crisis social.
En el ámbito social, también encontramos contradicciones.Desde los años 80, han surgido asociaciones humanitarias que colaboran desinteresadamente para lograr un mundo mejor. El movimiento "Otro mundo es posible" ha generado un movimiento global favorable a la conciencia social. Deberíamos preguntarnos, si millones de personas en el mundo, no quieren las guerras:
-"¿Cómo es posible que las guerras continúan de forma inexorable, y que no seamos capaces de detenerlas?"
- "¿Qué estamos haciendo mal o qué deberíamos hacer y no hemos hecho, además de manifestarnos?"
- "¿Realmente las guerras son inevitables?"
- "¿Tengo yo alguna responsabilidad en que sigan existiendo esas guerras?"
- "¿Hay algo que yo podría hacer para contribuir a cambiar esa situación?"

- Crisis económica.
A pesar de la crisis económica, nunca había circulado tanto dinero ni se había generado tanta riqueza económica, como ahora. Es cierto. Pero, la crisis económica no es nueva: "tres mil doscientos millones de personas en el mundo no viven en crisis sino en la miseria absoluta." Una tercera parte de esos pobres viven por debajo del nivel de la pobreza. Y, sin embargo, ha habido dinero público para el rescate de las entidades financieras. La globalización ha provocado un crecimiento exponencial de la economía, a la par, un crecimiento de la pobreza, sin precedentes. Pero, un gran porcentaje de ese crecimiento económico ha sido especulativo y no se corresponde con una creación real de riqueza.

- Crisis financiera.
Al colapso de la economía especulativa lo llamamos "crisis". La economía especulativa empezó a crecer con fuerza después de la Caída del Muro de Berlín. El beneficio se convirtió en un fin en sí mismo. Unos pocos se pusieron a especular para que creciera el "dinero" sin producir a cambio ningún bien de consumo. Los bancos se alejaron de la economía real productiva y se centraron en la economía especulativa. La consecuencia fue el estallido de la búrbuja especulativa. El "dinero especulativo" tiene su origen en la codicia de las personas. Esa codicia ha conducido al colapso económico al sistema capitalista. En última instancia, el estallido de la búrbuja financiera nos indica que estamos ante una crisis de conciencia y de valores humanos.

Si el mercado somos todos, si cambiamos nuestra manera de pensar, de actuar y de invertir nuestro dinero, cambiará el funcionamiento y la dirección del modelo económico: "El poder del ciudadano no reside tanto en su voto, como en la dirección a la que dirige su dinero, su forma de consumir." Se puede considerar el ahorro como otra dimensión del consumo. Si la gente piensa exclusivamente en la rentabilidad individual, el dinero se dirigirá a la economía especulativa que "hinchará" de nuevo el globo del "dinero especulativo" hasta que vuelva a estallar.

En la economía especulativa, la preocupación máxima del cliente es la rentabilidad que el banco le ofrece por sus ahorros. Nadie pregunta a dónde se destina "su" dinero. Es frecuente encontrar entidades financieras que invierten los ahorros de sus clientes en sectores o actividades de dudoso carácter ético. Para que cambie esta situación, debemos preocuparnos por el impacto que tienen nuestras acciones sobre los demás y el medio ambiente.

No hay contradicción, con extraer beneficio del ahorro y del trabajo. El beneficio es dinamizador de la vida de una comunidad y un indicador de que los "instrumentos económicos básicos"- el ahorro y el trabajo- se están gestionando correctamente. En este sentido, el beneficio es bueno. Hemos de estar atentos a su perversión: el beneficio se pervierte en el momento en que se busca por sí mismo y se someten a él, el ahorro y el trabajo. El beneficio es la consecuencia de la creación de riqueza, no su causa. Las personas han de poner el dinero donde estén sus valores. Aunque el gesto de una persona parezca insignificante, el gesto colectivo indica las "voluntades colectivas" y los "valores" que constituyen la única base sólida para una convivencia en paz.

Bajo estos criterios financieros, nació la banca ética que se asienta sobre dos pilares: la ética y la sostenibilidad.Pero, ¿Qué es la banca ética? Se trata de un negocio que se basa en la responsabilidad, la confianza, la transparencia y la relación a largo plazo con el cliente. La banca ética huye de la especulación para invertir en la economía real, promoviendo el desarrollo sostenible. A través de la banca ética, podemos cambiar el mundo, cuando comprendemos que el dinero de "uno" es en realidad el dinero de "todos".

dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero?

30 de diciembre de 2011

Joan Antoni Melé: Espiritualidad y Economía

"Éste es el reto que hoy la humanidad tiene ante sí, el reto de salir de la barbarie y redescubrir la dimensión espiritual de la existencia, una dimensión que le debe llevar a la "experiencia" de que todos somos uno. Esa nueva espiritualidad, basada en la libertad y el amor, nos llevará a una nueva economía que pasará del yo al nosotros y que, liberándonos del consumismo, generará recursos para todos y los espacios necesarios para que desarrollemos esa creatividad que nos hace tan humanos, que nos hace tan únicos. Sólo el miedo nos induce a pensar que eso son utopías, pero el entusiasmo, el coraje y el compromiso hacen que las utopías se conviertan en realidad." (Espiritualidad y política, página 173)




Espiritualidad y economía de Joan Antoni Melé es el décimo capítulo de Espiritualidad y política.

La espiritualidad y la economía aparentemente son dos mundos opuestos entre sí. Dos "realidades" antagónicas, que no pueden coexistir simultániamente, porque la existencia de una excluye la otra y viceversa. Muy al contrario, espiritualidad y economía son compatibles entre sí y además son necesarias. ¿Qué es la Espiritualidad? Por espiritualidad, nos referimos "al mundo intangible a nuestros sentidos aunque muy real para nuestra vida interior". Además, otro aspecto de la espiritualidad es su dimensión trascendente: la verdadera naturaleza humana es espiritual. ¿Qué es la economía? Por economía, nos referimos al mundo de los bienes materiales y al mundo del dinero. El dinero es el representante del poder terrenal. De ahí, su consideración como antagónico a la espiritualidad. El dinero ha usurpado toda la atención de la humanidad, en detrimento de la espiritualidad, desterrada de la escena pública y confinada a la marginalidad. El dinero se ha convertido en el nuevo dios del mundo en substitución al dios celestial. 

¿Pueden coexistir en el ser humano? El ser humano es dual: posee una dimensión espiritual y una dimensión material. La dimensión espiritual nos permite darnos cuenta de la existencia de un "yo", que nos lleva a preguntar cuál es el origen y el sentido de la vida. La dimensión material nos conecta con el cuerpo que habitamos y que comporta unas necesidades que nos obliga a trabajar para poder satisfacerlas. La cuestión es ¿cómo consideramos esa dimensión espiritual? Es decir, ¿Qué imagen de la humanidad prevalece en nuestras mentes?

Joan Antoni Melé esboza dos imágenes sobre la humanidad. La primera hace referencia a los relatos y a los textos antiguos de la humanidad. Muy concretamente, recurre al libro del Génesis para explicar la creación del hombre y de la mujer: "hagamos el ser humano a nuestra imagen y semejanza". La idea de fondo es la existencia de una divinidad creadora de la humanidad. Esta primera imagen de la humanidad puede resultar decepcionante: Primero porque sólo somos una imagen de esa divinidad y segundo porque la voluntad de esa divinidad es la de crearnos a imagen y semejanza suya. La segunda imagen de la humanidad cuestiona a la primera: si estuviéramos hechos a imagen y semejanza de la divinidad, eso significaría, que seríamos capaces de ser libres y capaces de amar, y, por tanto, seríamos seres creadores. Nos lleva a cuestionar el concepto de libertad y de verdad: Para ser libres debemos tener la posibilidad de no serlo,y, por tanto, de no seguir los planes de ninguna divinidad. El error y el mal son inherentes a la libertad. La búsqueda de la verdad es la que nos puede llevar a la conquista de esa libertad. En ese proceso de búsqueda debemos perder de vista esa otra "realidad" narrada en los textos religiosos.

A la par de esas imágenes, ¿cómo concebimos al pensamiento y qué tipo de relación establecemos entre pensamiento-conciencia-espiritualidad? Después del Renacimiento, el desarrollo del pensamiento lleva al despliegue de la ciencia. El ser humano es capaz de descubrir las leyes universales que rigen el universo a través del pensamiento. La existencia de leyes universales implica necesariamente "inteligencia", "voluntad", "intención", "orden" o "permanencia". Nos lleva a indagar sobre la autoría del universo. Este proceso "evolutivo" del pensamiento nos conduce al desarrollo de la conciencia individual y, con ésta, el sentimiento de libertad. El ejercicio de esa libertad individual acaba negando la dimensión espiritual de la humanidad, llegando al punto máximo de ruptura con la espiritualidad. Se ha instaurado la necesidad de demostrar científicamente la espiritualidad. Pero, la dimensión espiritual de la humanidad "no se puede demostrar, sólo se puede mostrar,y, si se quiere, experimentar", como apunta Joan Antoni Melé.

Como hemos dicho, la manera de entender al ser humano- las imágenes que nos formamos de la humanidad- determina nuestro comportamiento como sociedad, y, por consiguiente, el modelo social y económico en el que vivimos. El modelo de sociedad capitalista reduce al ser humano a su dimensión material desposeyéndolo de su dimensión espiritual. A partir de esta visión reduccionista, es fácil adivinar cuáles son las consecuencias sociales de este modelo: el darwinismo social. En el modelo capitalista existe un mercado libre en el que impera la ley de la oferta y de la demanda y en el que intentamos maximizar los beneficios y minimizar los costes. El propio mercado es el que regula sus desequilibrios internos y el que nos llevará a un mayor bienestar social. Entonces, ¿Qué sucede? El mercado libre no regula en absoluto sino más bien es el origen de los profundos desequilibrios de la economía globalizada. El capitalismo no es un modelo económico basado en la libertad sino en modos de vida esclavos. El modelo capitalista está creando y sembrando destrucción a doquier, y esto, sólo puede significar que está infrigiendo todas las leyes de conservación de la vida.

Un último apunte es la relación entre economía, trabajo y dinero y su conexión con la espiritualidad.
¿Qué es la economía? La economía es relación entre seres humanos y consiste en la creación de valor a partir del trabajo y de esa relación humana. La economía es relación entre nosotros y la Tierra que nos lo proporciona todo. ¿Y, el trabajo? El trabajo no es una mercancía que compramos y vendemos a cambio de un salario. El trabajo es algo espiritual que permite relacionar nuestra individualidad con el resto de la comunidad, que nos permite salir de nuestro egoísmo, y descubrir, que formamos una unidad orgánica con la humanidad y con la Tierra. Cuando trabajamos con la voluntad de aportar lo mejor de nosotros mismos a la comunidad, desde la libertad individual, entonces comenzamos a dar un sentido a la vida y a sentirnos felices. Esa conciencia global hacia el trabajo debemos hacerla extensiva al resto de actividades económicas. La recuperación de la espiritualidad juega un papel esencial para alcanzar esa conciencia global. A través de la espiritualidad podemos elevarnos por encima del egoísmo y convertirnos en seres libres. Podemos ponerlo en práctica cada vez que utilizamos el dinero. Siempre tenemos la oportunidad de decidir, mirando por nuestro interés y beneficio, o bien, siendo libres y pensando en cómo nuestras decisiones afectarán a los demás. Todo depende de nosotros. ¿No es maravilloso?

Antes de finalizar, no quisiera pasar por alto el último deseo de Joan Antoni Melé: "Esta nueva espiritualidad, basada en la libertad y el amor, nos llevará a una nueva economía que pasará del yo al nosotros y que, liberándonos del consumismo, generará recursos para todos y los espacios necesarios para que desarrollemos esa creatividad que nos hace tan humanos, que nos hace tan únicos.". Quedémonos con este último deseo.Tengamos el valor de llevarlo a cabo sin miedos, liberarando nuestra creatividad y desarrollando nuestra inteligencia a favor de la humanidad.

10 de diciembre de 2011

Ervin Laszlo: Emergencia global




 "La evolución de la conciencia planetaria es, sin la menor duda, un auténtico imperativo para la supervivencia humana en nuestro planeta. Resulta difícil, en su ausencia, imaginar cómo 7.000 millones de personas pueden vivir en paz... o simplemente sobrevivir. Parafraseando a Gandhi cabría decir: " Vive conscientemente, para que todos podamos vivir". 
(Espiritualidad y política, página 120)"




Emergencia global de Ervin Laszlo es el séptimo artículo del libro Espiritualidad y política.

Ervin Laszlo hace hincapie en la falta de sostenibilidad y en las inestabilidades de las sociedades humanas, en relación a los recursos de la Tierra y a las necesidades de los ecosistemas del planeta. Estas inestabilidades económicas, sociales y políticas junto a la falta de sostenibilidad ecológica de las sociedades humanas están poniendo en serio riesgo la viabilidad de la humanidad y del planeta como conjunto de sistemas vivos que interactúan entre sí. La inestabilidad e insostenibilidad de las actividades humanas ha llevado a una situación de emergencia global que debemos afrontar si queremos evitar una catástrofe global. Debemos actuar conjuntamente, promoviendo acciones globales coordinadas, y, debe existir una conciencia planetaria que respalde estas acciones. Esta conciencia planetaria no puede forjarse, mientras existan creencias, que obstaculizen la voluntad de emprender acciones globales, que nos enfrente a esa emergencia global. El ethos del mundo debe cambiar forzosamente.

¿Qué es una emergencia global? Una emergencia es una situación crítica que atraviesa un sistema cuando ha dejado de ser sostenible y ha entrado en un estado de inestabilidad que obliga a introducir cambios para que no entre en colapso. Una emergencia puede afectar tanto a sociedades humanas como a ecosistemas. Hablamos de una emergencia global, cuando los sistemas vivos del planeta entran en un estado de inestabilidad que los hace insostenibles. Para afrontar una emergencia global necesitamos emprender acciones globales coordinadas.

Las inestabilidades económicas y políticas de las sociedades humanas se debe principalmente a "su segmentación, polarización e incoherencia". Debido a estos niveles, la brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado con el paso del tiempo y ha alcanzado magnitudes desproporcionadas. Vivimos en un mundo, donde mil millones de personas disfrutan del 80% del PIB Global mientras que cerca de 6.000 millones deben repartirse el 20% restantes. En la historia de la humanidad, nunca antes había conocido este balance entre quienes poseen la riqueza y quienes no poseen nada o más bien poco. Nunca hemos alcanzado este nivel de polarización y segmentación entre sociedades enriquecidas o prósperas- países occidentales, en su mayoría- y sociedades empobrecidos o pobres- países no- occidentales, también en su mayoría-. La pobreza no sólo reduce la calidad de vida de las personas sino que llega a poner en peligro su probabilidad de supervivencia. En el ámbito estrictamente económico, la inestabilidad se manifiesta en el balance entre la demanda humana de recursos y la oferta de recursos del planeta. La economía global se ha tornado inestable- e insostenible- porque la curva de la demanda humana excede a la oferta decreciente de recursos del planeta. Hemos consumido más recursos naturales, en éstas últimas 7 décadas, que en toda la historia de la humanidad. La capacidad del planeta para regenerarse está en serio peligro. El consumo global está a punto de alcanzar el límite máximo que puede soportar nuestro planeta. Hemos de reinvertir esta demanda que alimenta una economía insostenible - irresponsable y suicida- para ajustarla a una oferta que garantice la regeneración de esos recursos. Esta oferta debe guiarse por las necesidades de los ecosistemas y no por las necesidades de una economía consumista.

Además de las inestabilidades, las sociedades humanas no son sostenibles ecológicamente. Las personas necesitamos el suministro de agua potable, alimentos y aire limpio para sobrevivir. Estos recursos naturales están sobreexplotados o bien están contaminados. Al ritmo actual, no dispondremos de suficientes recursos para mantener a una población cada vez más numerosa. Otro aspecto crítico es los cambios en la composición química de la atmósfera. La concentración de oxígeno en la atmósfera se ha reducido y se ha incrementado el dióxido de carbono, y con ello, la tasa de gases de efecto invernadero. Esta acumulación de dióxido de carbono impide el mantenimiento del equilibrio de los ciclos de los ecosistemas. La ruptura de estos ciclos altera gravemente los procesos de regeneración de la naturaleza. Hemos de restablecer de nuevo la estabilidad de la biosfera para garantizar la supervivencia de la vida en el planeta.


¿Por qué hemos llegado a este punto de insostenibilidad e inestabilidad en las sociedades humanas? ¿Qué nos impide emprender acciones conjuntas de carácter global? El por qué y el qué tienen un mismo origen. Ese origen está en el propio ser humano: nuestra manera de pensar y consecuentemente cómo hacemos frente a los problemas que nos atenaza. Cómo bien apunta, Ervin Laszlo, utilizando una cita de Einstein, "no podemos resolver un problema con el mismo tipo de pensamiento que lo originó", no podemos resolver los problemas complejos de las sociedades actuales con el tipo de pensamiento que los ha creado. Hemos de transformar este tipo de pensamiento y  las creencias que lo sostienen y alimentan. Su persistencia ha impedido a la humanidad, el darse cuenta de la necesidad de emprender una acción global. Cuando somos capaces de transformar este tipo de pensamiento, estamos en disposición de cambiar la conciencia que lo ha contenido. Hemos de identificar qué creencias impiden el alumbramiento de una conciencia planetaria. Las creencias son la llave de la transformación de la actual conciencia basada en intereses nacionales hacia una conciencia planetaria basada en la interdependencia e interrelación de la humanidad. El fracaso -o el éxito- de la humanidad en unirse y comprometerse en proyectos globales, depende en gran medida del desarrollo de esta conciencia planetaria, sin la que no podrá ser viable nuestro futuro en la Tierra, y, sin la que no podemos hacer frente a esta emergencia global.

2 de diciembre de 2011

Leonardo Boff: Una revolución todavía por hacer

"¿Por qué es urgente que se incorpore esta revolución paradigmática? Porque ella nos proporcionará la base teórica necesaria para resolver los actuales problemas del sistema- Tierra en proceso acelerado de degradación. Nos permite ver nuestra interdependencia y mutualidad con todos los seres. Formamos, junto con la Tierra viva, la gran comunidad cósmica y vital. Somos la expresión consciente del proceso cósmico y responsables de esta porción de él, la Tierra, sin la cual todo lo que estamos diciendo sería imposible. Porque no nos sentimos parte de la Tierra, la estamos destruyendo. El futuro del siglo XXI y todas las COP dependerá de que asumamos o no esta nueva cosmología. Verdaderamente, sólo ella nos podrá salvar. "
(Espiritualidad y política, página 32)


Una revolución todavía por hacer del teólogo brasileño Leonardo Boff es el primer capítulo del libro Espiritualidad y política que vamos a comentar en este blog.

¿De qué revolución habla Leonardo Boff?¿Por qué urge este cambio de paradigma cosmológico? ¿Qué relación guarda esta necesidad de revolución y cambio paradigmático con la actual crisis global y con el futuro del planeta? ¿Cuál es nuestra responsabilidad en este proceso de cambio? En una revolución todavía por hacer, Leonard Boff intenta definir y trazar este proceso de cambio y de transformación del actual paradigma cosmológico dominante, heredado de la revolución copernicana, que introdujo la modernidad, a la par, que se produce un cambio y una transformación de nuestra conciencia individual y colectiva en una nueva conciencia planetaria, donde prevalezca la unión de los seres humanos entre sí, la unión de la humanidad con la Tierra, con el universo y con la energía que emana del Todo. Estamos hablando de una transformación de las mentes y de los corazones de los seres humanos, a partir de esa unión de mentes y corazones, se origina una unidad de mayor complejidad en el proceso evolutivo, que Leonardo Boff llama Noosfera. De este modo, puede iniciarse una nueva historia: la historia de la Tierra unida con la humanidad y con ello una revolución en la cosmología, en la forma de percibir y comprender a la humanidad, al universo y a la vida. Esta es la cosmovisión de Leonard Boff que vamos a desarrollar más extensamente en los siguientes párrafos.

Estamos ante una bifurcación trascendental para la supervivencia de la especie humana, del conjunto de seres vivos del planeta y de la Tierra como sistema- organismo vivo. Esta bifurcación la expresa Leonardo Boff a través de un mensaje claro y preciso:
"La actual crisis económica está colocando a la humanidad ante una terrible bifurcación: o sigue al G-20 que insiste en revitalizar a un moribundo- el modelo vigente del capitalismo globalizado-  que ha provocado la actual crisis mundial y que, si continúa, podrá llevarnos a una tragedia ecológica y humanitaria, o intenta un nuevo paradigma que coloque a la Tierra, la vida y la humanidad en el centro y a la economía a su servicio, y entonces hará nacer un nuevo estadio de civilización que garantizará más equidad y humanidad en todas las relaciones, comenzando por las productivas."
Veamos, cómo se desarrollo ese dilema entre continuar como estamos o cambiar la cosmovisión dominante en Una revolución todavía por hacer. Pues, empecemos por el comienzo de todo.

¿Cuál será el próximo paso? Esta es la primera pregunta que debemos plantearnos. El actual paradigma basado en la dominación de la naturaleza está agotado. Es un hecho. Hemos explotado los recursos naturales intensivamente estas últimas décadas de una manera irresponsable e insostenible. Indiscutiblemente, hemos de cambiar este paradigma de la dominación. Hemos de hacer frente a dos cambios fundamentales según Leonardo Boff:
  1.  Apostar por la exploración y el cultivo del capital espiritual frente a la explotación del capital material de la Tierra. La centralidad del capital espiritual reside en la vida, en el amor, en la relación con los otros y en la capacidad de trascendencia. 
  2. Dar paso al surgimiento de un ser humano con un capital espiritual inagotable. Descubrir ese capital espiritual inagotable en nosotros y empezar a organizar la vida y la sociedad a partir de él.
¿Cómo hemos llegado hasta esta situación de crisis? ¿A esta ruptura y transformación del paradigma de la dominación? La crisis actual- ecológica, sistémica, cosmológica- es y responde a una crisis de la humanidad. ¿Por qué? El origen de esta crisis subyace en un concepto pobre de la humanidad: sólo contempla su propio ego. La vida humana se desarrolla en condiciones óptimas cuando equilibramos el ego con el nosotros y la competición con la cooperación. Tenemos que guiarnos por un concepto de la humanidad más integrador. De lo contrario, siempre permaneceremos en crisis, que serán menos económicas y financieras, y más de humanidad.

¿Cuáles son los fundamentos de este paradigma cosmológico de la dominación? ¿Cuál es su motor? ¿Hay algo más implicado en esta crisis de paradigma? ¿Cuál es la alternativa a esta cosmología? La crisis del paradigma de la dominación subyace en la ruptura de la cosmología clásica que partía de una visión mecanicista y antropocéntrica del universo. En esta cosmología, las cosas están ahí sin conexión entre sí, regidas por leyes mecánicas. No poseen valor intrínseco per se. El ser humano se sitúa fuera y por encima de la naturaleza. Esta cosmología partía de unos falsos presupuestos:

  1. El hombre podía producir y consumir de forma ilimitada dentro de un planeta limitado.
  2. La competición y la búsqueda del interés individual producirían el bienestar general.
  3. El dinero representaba el valor mayor.
Son estos presupuestos, los que han llevado la crisis al ámbito de la ecología, de la política, de la ética y de la economía. 

El motor de esta cosmología de la dominación es la razón. Es, en palabras de Leonardo Boff, "El mito fundador de la modernidad reside en la razón, que desde el tiempo de los griegos, es el eje estructurador de la sociedad. La razón crea la ciencia, la transforma en técnica de intervención en la naturaleza y se propone dominar todas sus fuerzas. Para esto, según Francis Bacon, el fundador del método científico, se debe torturar a la naturaleza hasta que entregue todos sus secretos. Esta razón cree en el progreso ilimitado y crea una sociedad que se quiere autónoma, de orden y progreso. La razón promovía la pretensión de prever todo, manejar todo, controlar, organizar todo y crear todo. Ocupaba todos los espacios. Envió al limbo otras formas de conocimiento. " La dictadura de la razón ha creado la sociedad del mercado fundamentada en el productivismo y el consumismo. Esta sociedad ha entrado en crisis. Ante este panorama, no debemos abdicar de la razón sino combatir su arrogancia y criticar su estrechez de miras. Con todo esto, quiero expresar que el predominio de la razón instrumental - o si, se quiere expresar de otra manera, el abuso de la instrumentalización de la razón - conduce a esta crisis multidimensional que estamos padeciendo hoy en día. Ese predominio es a mi juicio el origen- el "pecado"- de la crisis multidimensional actual que va más allá de crisis específicas de ámbitos concretos( economía, ecología, sociedad, alimentación...). Lo que está verdaderamente en crisis es el conjunto, el paradigma en sí, tal como apunta el propio Leonardo Boff. La razón "instrumental", como motor de ese paradigma cosmológico de la dominación, entra en cuestión.

¿Hay algo más implicado en esta crisis de paradigma? La crisis actual va más allá de sus distintas dimensiones- ecológica, alimentaria, energética...-. Es además y sobretodo una crisis de la ética. Ha quedado en entredicho la confianza necesaria en el funcionamiento del sistema. Es imprescindible la existencia de valores éticos fundamentales para encontrar un equilibrio aceptable en el sistema. Sin la existencia de estos valores serían impensable la perdurabilidad del sistema. Está en juego la quiebra del sistema por la ausencia - o el cuestionamiento- de la confianza.  Esos dos valores son la buena voluntad y la importancia de la cooperación. La buena voluntad se presupone en cualquier acción: " o la buena voluntad es buena, o no hay buena voluntad". Es el presupuesto primero de toda ética. Entonces, la buena voluntad debe ser reclamada a todos. Al entrar en crisis la buena voluntad, por falta de confianza o credibilidad en el propio sistema, entra en crisis el propio paradigma. La importancia de la cooperación es esencial para el mantenimiento del sistema: "si vivimos uno al  lado de otro(nebeneinander) y no uno junto con el otro(miteinander), acabaremos estando uno contra otro(gegeneinander)." Esta premisa se puede aplicar a la actual crisis: o todos colaboran para alcanzar una solución incluyente o no habrá soluión para nadie. La crisis se profundizará y acabará en tragedia colectiva. Al igual que la buena voluntad, la entrada en crisis de la cooperación - e interdependencia, en el fondo-, por falta de confianza o de credibilidad en el propio sistema, entra en crisis el paradigma subyacente. La crisis de los valores básicos de la ética- la buena voluntad y la importancia de la cooperación- hace zozobrar los propios cimientos del paradigma.

En definitiva, la crisis de los fundamentos, el cuestionamiento de la razón y la crisis de los valores de la ética han precipitado a este paradigma cosmológico de la dominación al vacío. Y, han dado cobijo al nacimiento de un nuevo paradigma alternativo a éste último. Este nuevo paradigma que Leonardo Boff describe en una revolución todavía por hacer y que quiere reemplazar a la actual cosmología de la dominación.

¿En qué consiste este revolucionario paradigma? A mediados del siglo XX, aparece una nueva cosmología. Esta nueva cosmología ve el universo como un todo en el que el espacio, el tiempo, la energía, la información y la materia son dimensiones de un único gran Todo. El cosmos es un organismo vivo que se autorregula, se adapta, evoluciona y, en situación de crisis, busca un nuevo equilibrio. La Tierra- Gaia- es un planeta vivo. El universo y la Tierra se guían por la emergencia de órdenes cada vez más complejos y concientes. Nosotros somos la parte conciente e inteligente del universo y de la Tierra. Por el hecho de ser más concientes, podemos enfrentarnos a las crisis, detectar el agotamiento e inventar nuevas formas de producir, consumir y convivir. Necesitamos abrirnos a esta nueva cosmología. Introducir cambios en el modelo de producción y de consumo que nos salvaría y que sería más conforme a la lógica de la vida, a los cíclos de la Tierra y a las necesidades humanas.

En la actual crisis, está surgiendo una nueva conciencia planetaria. El ser humano está hominizando todo el planeta. La Tierra y la humanidad están formando una única entidad global. Estamos viviendo, en palabras de Leonrdo Boff, "un nuevo proceso evolutivo en el planeta y en la historia de la humanidad." La historia de la humanidad se dirige hacia una etapa más avanzada del proceso evolutivo, la de la Noosfera. Noosfera expresa la unión de mentes y corazones, originando una unidad más compleja. Es, el comienzo de una nueva historia, la historia de la Tierra unida a la humanidad.

Un último aspecto a comentar en una revolución todavía por hacer es la relación entre ecología y economía. Concretamente, se habla de dos tipos de ecologías con sus respectivas economías. Haciendo referencia al trabajo del filósofo noruego Arne Naess en los años 70. Naess establecido un doble distinción entre ecología superficial y ecología profunda. La ecología superficial sería aquella que "separa el ser humano de la naturaleza y lo coloca fuera, y por encima de la misma, presuponiendo que las cosas sólo tienen sentido cuando le son útiles a él." La ecología superficial la podríamos identificar con la cosmología de la dominación. La ecología profunda, en cambio, sería aquella que "ve el entrelazamiento ser humano- naturaleza, afirma el valor intrínseco de cada ser, y se da cuenta de que todo está inmerso en un tejido de relaciones, que forma la comunidad de la vida. Hay un Todo orgánico y lleno de propósito, y el ser humano es capaz de identificar el hilo conductor que lo liga y religa todo, y lo llama Fuente Originaria de todo el ser, base de valores infinitos(veneración, amor, justicia) que llenan de sentido la vida humana." La ecología profunda ayuda a la ecología superficial a autolimitarse y a no ser destructiva. Esta ecología podemos identificarla con el paradigma de Leonardo Boff.

Aplicando estas definiciones de ecología al ámbito de la economía, la economía superficial sería aquella que se centra solamente en ella misma, en una palabra, en el PIB, sin preocuparse por la ruptura de la autorregulación de la Tierra y la dilapidación de los recursos de la naturaleza. Su lógica es la de un sistema cerrado, como si la economía fuese todo en la sociedad. La economía profunda, en cambio, retomaría el sentido originario de la economía como la "técnica y arte de atender a las necesidades de la casa". Extrapolándolo a este caso, la Casa Común sería la Tierra. La economía profunda respectaría los propios ciclos de regeneración de la Tierra. A su vez, habría una nueva forma de organizarse socialmente, de distribuir  el poder y de disponer de un conjunto de valores que darían sentido a la vida social y que humanizaría las relaciones en el seno de las sociedades humanas. El economista profundo pensaría: ¿cómo podemos resolver los problemas de la economía? y no ¿cómo podemos resolver los problemas de la humanidad? El cambio de pregunta implica un cambio de respuesta. Para que se produzca este cambio, debe producirse la quiebra de esta cosmovisión de la dominación que establece la dictadura de la economía como máxima. Sólo así, podemos poner a la economía en su lugar, en el conjunto de la sociedad. Entonces, la economía sería parte de la política, que sería parte de la ética, que a su vez, sería parte de la espiritualidad. La economía superficial sería incorporada dentro de la profunda.